El presidente de Colombia y la alcaldesa de Bogotá Claudia López, evalúan las cinco propuestas que el consorcio chino APCA Transmimetro, a cargo de las obras de la primera línea elevada del Metro de Bogotá, diseñó a petición del presidente, quien desde su posesión ha insistido en que un tramo de la obra sea subterráneo.
Según el diario El Tiempo,
entre las alternativas propuestas por los chinos, la de mayor valor sería un
tramo subterráneo entre la estación 10 (calle 1.ª sur con Caracas) y la calle
100 con autopista Norte, cuyo sobrecosto ascendería a 17 billones de pesos,
según revelaron fuentes del Gobierno Nacional.
La otra opción es realizar
subterráneo el tramo entre la estación 14 (calle 45 con Caracas) y la calle
100. Este cambio implicaría un costo adicional que rondaría los 12 billones de
pesos. Es decir, alrededor de la tercera parte del presupuesto de Bogotá para
este 2023.
Hay, además, propuestas de
alternativas más económicas solo que no habría extensión del tramo subterráneo
hasta la 100, sino hasta la calle 72 donde actualmente se construye el intercambiador
vial de la primera línea. Uno de esos tramos iría desde la estación 8 (Primero
de Mayo) hasta la 72 y su costo estaría cercano a los 11 billones de pesos. El
otro sugiere un tramo entre la estación 10 y la 72, con un costo de 8,2
billones de pesos.
En cualquier opción se
necesitan billonarios recursos adicionales en momentos en que el gobierno
trabaja en una reforma tributaria que apretará el cuello a empresas y
trabajadores. Las obras del Metro tomarían al menos dos años más, otros dos
años de estudios de prefactibilidad y factibilidad y el Metro de Bogotá, cuyas
pruebas de todo el sistema preveían comenzar su operación comercial en el
segundo semestre de 2028, ahora se visualizan para el año 2035 o más, incluso.
A los bogotanos les correspondería aceptar los bandazos en tema de transporte y
movilidad y vivir con trancones e incomodidades al menos por 15 años más.
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